martes, 18 de enero de 2011

Hablemos de amor.


- Nos vemos en la laguna por entre los matorrales. Donde las ranas se juntan junto a los patos reales.

En el recreo te miro, pero entre tantos chiquillos me estoy muriendo por ti. Quiero decirte y no digo lo que te quiero decir.

Con que después de las dos en la laguna nos vemos porque la luna y el sol, tus libros y mis cuadernos quieren que hablemos de amor.
Ella el pelo se amarraba con una palma campera, trece granos de retama eran las trece monedas.


De junco las alianzas en el espejo del agua, la luna le dijo al sol:

- Haz que la noche sea larga que están jugando al amor.


Y se casaron los dos por entre los jaramagos, un beso fue la oración y los patos se callaron para que hablaran de amor.


A la hora del recreo la niña triste lloraba:

- Mi padre se va muy lejos, me lleva a tierras lejanas

- Mis ojitos de aceituna no tengas pena ninguna, yo siempre te esperaré y contigo en la laguna de verdad me casaré.


Se separaron los dos y ni Romeo y Julieta sintieron el mismo amor cuando cogió la maleta y la niña se marchó.


Cumplía la chavalilla dieciocho primaveras, miles de cartas escritas llenas de ilusiones nuevas. Y regresó la otra tarde y abrazados en la calle se hartaron de llorar:


- Ya no nos separa nadie yo no te vuelvo a dejar.


Y porque quiso el amor en el espejo del agua, como la luna y el sol, le dio dos besos y se casaron los dos.

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