martes, 6 de abril de 2010

Dejándote ver las alas.

Él estaba de pie en la habitación dirigiéndose a la cómoda a buscar algo de atuendo ya que la noche enfriaba un poco, cuando inesperadamente, observó como un resplandor de luminosidad radiante, destellaba su habitación. Se cubrió los ojos con los brazos y con bastante dificultad, halló una silueta femenina con curvas extendida en lo alto de la cama.

Paulatinamente fue acostumbrándose al centelleo de luz y cuando ya lograba ver afinadamente, quedó totalmente extasiado al verla a Ella, tapándose los ojos con el brazo, en señal de vergüenza, y algo ligera de ropa. Toda ella de color lúcido, marfil.Empezó a sonreír y se aproximó a ella.
- ¿Qué le ocurre a mi princesita? Menuda iluminación ¿cómo lo hiciste?- le dijo Él después de darle un tierno beso en la frente.
- Quiero mostrarte algo…
Cerró los ojos gracias a un nuevo resplandor que duró a duras penas unos segundos y permaneció perplejo cuando logró ver las alas formidables de ella, su ángel.
- ¿Así que aquí estaban? – le dijo tumbándose encima de ella y con una sonrisa en la boca, empezó a besarla y a estimularla sexualmente, palpándole los pechos y su sexo suavemente, con tacto, para mas tarde, hacerle el amor a ese ángel que un día le cayó del cielo inesperadamente y que tanto había deseado...

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