Me besó dulce y profundamente, luego me cogió de la mano y me condujo al baño.
Abrió la ducha de agua caliente y me introdujo con él, colocándome contra la pared, me besó, estrechando su cuerpo contra el mió.
- He soñado con esto muchas veces – dijo él
Pero yo estaba demasiado concentrada en la forma en que él se estaba moviendo hacia mis pechos como para responderle.
Con el agua caliente golpeándonos el cuerpo, comenzó a besarme, su boca sobre mis pechos, vientre, mi cuello…
Yo tenia la cabeza hacia atrás, las manos sobre los hombros de él.
Se incorporó para mirarme, abrí los ojos y vi que se reía:
- ¿Sabes una cosa mi niña?
- ¿Si?
- Cada día te amo más y me haces más feliz
Comencé a besarle el cuello, el hombro, el pecho y a acariciarle los músculos de la espalda. El agua le caía sobre la cabeza y descendí más, con las manos en los glúteos de él. Cuando cerré la boca en torno a su pene, fue el turno de gemir de él. Sus manos se hundían en mi pelo mojado y yo mientras escuchaba sus gemidos de placer.
Casi me levantó del cabello cuando me colocó contra la pared con las piernas alrededor de su cintura y me penetró casi con brutalidad. Me entregué a su pasión, apretándome contra él, mientras mi lengua se adentraba en su boca.
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