miércoles, 7 de abril de 2010

La película más esperada.


Estábamos en el sofá, viendo una película con nuestras palomitas caseras, depositadas en mi regazo. Él, los pies encima de la mesita que estaba justo enfrente, y yo, subidos de forma encogida en el sofá.
Él me dijo de repente:
- Demasiado saladas ¿no? Si tengo hasta la lengua áspera
Esas palabras hicieron que me girara hacia él, le cogiera por detrás de la cabeza y le diera un beso súper ardiente. Me aseguré que tuviera la lengua bien mojadita para solucionar el problema de la sal y le contesto:
- Así no tendrás que levantarte a por agua- le sonreí y continuamos viendo la película…

Al cabo de unos minutitos, él se dispuso a coger palomitas, pero se encontró que las había puesto anteriormente en el suelo, lo que provocó que su mano fuera a parar directamente a mi sexo
Él, con su mirada tímida y picaresca a la vez, me miró, se incorporó y cogió el mando de la televisión y la apagó.
- ¿No te gusta la película mi vida?- le dije…
- Lo que me gustaría es verte desnuda –Me contestó y no había acabado de decirlo cuando ya me estaba besando sin dejar a que yo le pudiese contestar.

Me desabrochó el pantalón, dejando entrever mi característico culot, cosa que provocó que yo lo hiciera también con él…Le bajé un poco el pantalón negro que llevaba y introduje mi mano en él, agarrando con sumo cuidado su sexo y abrirle paso hacia la libertad…
Este acto provocó que me ‘arrancara’ los pantalones de un tirón y me los quitara, bajando también mi culot…
Yo estaba sentada en el sofá mientras que él se arrodilló en el suelo y empezó recorrer mi cuerpo…comenzando por los pies, pasando por las rodillas, hasta que se adentró en mis ingles. Es ahí cuando se deleitó y me besó mientras me apretaba a la vez los muslos con sus manos.
- Apuesto lo que quieras mi reina que quieres que te coma esto…
No pude ni contestar a eso y le cogí de la cabeza por detrás y la acerqué suavemente a mi sexo… Posó su lengua, tras juguetear un buen rato con él a pesar de mis jadeos constantes y gritos de placer.
Después de estar completamente caliente, me introdujo un dedo mientras volvía a relamerlo, llevándome a la locura una y otra vez … Fue ahí donde por fin pude decir que parara. Se sentó en el sofá esperando a recibir lo mismo por parte mía, no sin antes ir subiendo y cubrirme de besos hasta llegar a mi boca y saborear la suya con mi propio aroma sexual…
Yo de rodillas en el suelo y él sentado me dijo:
- Reina, encántame con lo que tú sabes hacer…
Mi mano se depositó instantáneamente en la base de su miembro agarrándolo firmemente con la otra y maravillándome con él.
Tras un buen rato degustando su miembro viril, me apartaba girando la cabeza para mirar la expresión de su cara. Él, incluso llegó a agarrarme el trasero, acción que hizo que me dedicase exclusivamente a tomar su saco con mis labios…

Me puse en el sofá de rodillas mirando hacia el respaldo, me inclinó y mientras me besaba desde el cuello hasta las nalgas y me decía:
- Necesitaremos la ayuda de la vaselina mi reina…- a lo que yo le contesté:
- No hará falta...

No me dio tiempo a acabar cuando ya me estaba penetrando, continué jadeando, arañando el sofá y fundiéndome en un sin fin de gemidos.
- No aguanto más mi pequeña guarrita sin metértela- me dijo.
Me puse en el filo del sofá abriéndome de piernas, dejándole observar mi sexo abierto. Me penetró hasta tocar fondo, se movía sin parar, subiéndome encima de él, alzándome y bajándome con sus brazos…
Cuando me estiró en el sofá de nuevo, situó sus manos en mi protuberancia, tocando mis senos e incluso a veces se paraba a degustarlos. Continuaba dentro de mí cuando, tras sumarnos en una lujuria interminable y tentadora, estaba a punto de llegar a su clímax, descargó su furia y las consecuencias de su embestida en mis pechos haciendo que salpicara por todo el tapizado…

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