Estando en el autobús, de pie, sentí un escalofrío que recorría por mi espalda al notar como él me pasaba la mano por la cintura y me apretaba hacia sí, diciéndome:
- Ven, deja pasar a la gente
Yo me estremecía al ver cómo su miembro crecía a causa del roce que había provocado y al ver a tantas personas a nuestro alrededor, provocaba una excitación superior.
Me agarré a su miembro en un balaceo del autobús, cosa que hizo que él se apretara a mí aun mas y nos buscara espacio en un rincón, en el ya diminuto bus. Perdíamos el equilibro y así, provocando el roce mutuo, nos estimulábamos mas y mas, hasta llegar a la parada donde nos bajamos.
Tras un rato andando nos dispusimos a entrar en el metro. En la parada para coger el siguiente vagón no había nadie, puesto que carece de personas a esas horas y está bastante apartada del centro, nos arrinconamos en una esquina del andén haciendo temblar las vías.
Me alzó una pierna contra sí, apoyándome en la pared, y comenzó a tocarme los pechos con una mano y con la otra, abriéndose camino al furor, mi valle de fuego encendido.
Finalmente escuchamos el ruido del próximo vagón y decidimos continuar en casa…
- Ven, deja pasar a la gente
Yo me estremecía al ver cómo su miembro crecía a causa del roce que había provocado y al ver a tantas personas a nuestro alrededor, provocaba una excitación superior.
Me agarré a su miembro en un balaceo del autobús, cosa que hizo que él se apretara a mí aun mas y nos buscara espacio en un rincón, en el ya diminuto bus. Perdíamos el equilibro y así, provocando el roce mutuo, nos estimulábamos mas y mas, hasta llegar a la parada donde nos bajamos.
Tras un rato andando nos dispusimos a entrar en el metro. En la parada para coger el siguiente vagón no había nadie, puesto que carece de personas a esas horas y está bastante apartada del centro, nos arrinconamos en una esquina del andén haciendo temblar las vías.
Me alzó una pierna contra sí, apoyándome en la pared, y comenzó a tocarme los pechos con una mano y con la otra, abriéndose camino al furor, mi valle de fuego encendido.
Finalmente escuchamos el ruido del próximo vagón y decidimos continuar en casa…
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